La obesidad infantil es un problema de salud pública: la tasa crece más de un 40% en España
La OMS recomienda 60 minutos de actividad física en menores, que en España solo lo cumple un 30%
Los edulcorantes de bebidas refrescantes, que tiene un bajo consumo, no representan riesgo alguno y pueden ser una solución para los niños que les gusta lo dulce
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Europa con datos del estudio COSI revela que el 29% de los menores entre 7 y 9 años presentan sobrepeso y obesidad, cifras que, en España, Italia, Gracia y Portugal, se sitúan por encima del 40%, la más elevada de la UE. Ahora se han establecido los periodos críticos de desarrollo durante el crecimiento infanto-juvenil. El primero durante los primeros mil días – que van desde el comienzo del embarazo hasta los 24 meses -. El segundo en torno a los seis años, y el tercero en la adolescencia.
Entre las causas de la obesidad, enfermedad multifactorial, destaca el lugar de residencia, el nivel socio-cultural de los progenitores, la práctica familiar, la alimentación y la falta de ejercicio físico.
Este semestre, la Administración española hará público el nuevo informe Aladino, que recogerá la evidencia científica de estos años y que contemplará algunas medidas fiscales para desincentivar algunas conductas alimentarias y controlar la publicidad de alimentos dirigidos a menores para disminuir la actual «presión» publicitaria. Según el experto José Manuel Moreno Villares, miembro de España Salud, pediatra especialista en nutrición y director de la Clínica Universitaria de Navarra en Madrid, «los niños no son adultos en pequeño».
Respecto a los comedores escolares, Moreno constata que «solo lo utilizan el 25% de los alumnos, y que se han abandonado algunos alimentos básicos como las legumbres en la dieta de los menores». Sobre los edulcorantes en bebidas refrescantes, señala que «no tienen repercusión sobre la salud de los menores, además de que el consumo en España es notoriamente inferior, en general. Incluso – añade – los edulcorantes puede ser una solución para los niños que les gusta lo dulce y sin riesgo».
La OMS recomienda al menos 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa al día entre los seis y los 18 años, recomendación que solo cumplen el 30% de los menores españoles.
Ejercicio ligero
El aumento del sedentarismo desde la infancia hasta la adolescencia está directamente relacionado con la obesidad infantil, pero una nueva investigación publicada de ‘Nature Communications’ ha descubierto que la actividad física ligera puede invertir completamente el proceso adverso.
El estudio -realizado en colaboración entre la Universidad de Exeter (Reino Unido), la Universidad de Finlandia Oriental (Finlandia), la Universidad de Bristol (Reino Unido) y la Universidad de Colorado (EEUU)- es el mayor y más prolongado seguimiento para medir objetivamente la actividad física y la masa grasa, y utiliza los datos de los niños de los años 90 de la Universidad de Bristol (también conocido como Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos). En el estudio participaron 6.059 niños (53% mujeres) de 11 años de edad a los que se hizo un seguimiento hasta los 24 años.
Informes recientes concluyen que más del 80 por ciento de los adolescentes de todo el mundo no cumplen la media recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 60 minutos diarios de actividad física moderada a vigorosa. Además, se calcula que la inactividad física habrá causado 500 millones de nuevos casos de cardiopatías, obesidad, diabetes u otras enfermedades no transmisibles en 2030, con un coste anual de 21 millones de libras. Esta alarmante previsión sobre el peligro mórbido de la inactividad física exige una investigación urgente sobre el enfoque preventivo más eficaz.
Sin embargo, los resultados de este nuevo estudio demuestran que la actividad física moderada a vigorosa es hasta diez veces menos eficaz que la actividad física ligera para disminuir el aumento global de masa grasa.
«Estos nuevos hallazgos ponen de relieve que la actividad física ligera puede ser un héroe olvidado en la prevención de la obesidad de masa grasa desde los primeros años de vida. Ya es hora de que el mundo sustituya el mantra de una media de 60 minutos al día de actividad física moderada a vigorosa por al menos 3 horas al día de actividad física ligera. La actividad física ligera parece ser el antídoto contra el efecto catastrófico del sedentarismo en la población joven», ha explicado Andrew Agbaje, de la Universidad de Exeter.
Actividad física para evitar la obesidad
Durante el estudio, un acelerómetro de cintura midió el tiempo de sedentarismo, la actividad física ligera y la actividad física de moderada a vigorosa entre los participantes de 11, 15 y 24 años. También se recogieron datos de masa grasa y masa muscular esquelética medidos con absorciometría de rayos X de doble energía a las mismas edades y se tomaron muestras de sangre en ayunas para medir repetidamente la glucosa, la insulina, el colesterol de lipoproteínas de alta densidad, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad, los triglicéridos y la proteína C reactiva de alta sensibilidad.
Además, se midieron y controlaron en los análisis la presión arterial, la frecuencia cardiaca, el hábito de fumar, el nivel socioeconómico y los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.